Celebran boda en dirección del penal
La dirección del Centro Femenil de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla permitió que en sus instalaciones, que se encuentran dentro del penal, una interna celebrara su encuentro nupcial con un hombre. Incluso habría ordenado al personal preparar alimentos para los invitados.
Internas de este centro de reclusión acusaron que el pasado 1 de abril Leslie Madelin Arellanes Arredón se casó con su novio Marco Antonio N y que el acto se realizó en las oficinas de la directora, Gloria Hernández, desde donde la funcionaria despacha para mantener la seguridad y estabilidad del centro.
Esta mujer, junto con su madre y su abuela, cumplen una sentencia de 35 años de prisión, después de que fueron encontradas culpables del asesinato del novio de Leslie, quien tenía cinco pólizas de seguro de vida y ellas buscaron cobrarlas.
Custodios encargados de la aduana del penal confirmaron a este diario que ese día, alrededor de las 14:00 horas. ingresó el juez 40 del Registro Civil, Juan Salazar Acosta, quien llevó a cabo el matrimonio.
También detallaron que el oficio que les hicieron llegar estaba firmado por la directora de Santa Martha, lo cual les resultó singular porque estos trámites, aseguran, regularmente son delegados a subordinados de la directora.
Otros funcionarios de la Subsecretaría de Sistema Penitenciario y personal del área de Trabajo Social del centro de reclusión confirmaron los hechos, incluso señalaron que desde la dirección les pidieron diversas acciones para la organización de la boda.
Al respecto, la Subsecretaría de Sistema Penitenciario de la Ciudad de México señaló que “como parte del Programa de las Campañas de Registros, Reconocimientos y Matrimonios Civiles de carácter permanente, ella (Leslie) realizó su trámite como cualquier persona, ante la Subdirección de Apoyo Técnico en el área de Trabajo Social.
Tras cumplir con el protocolo, la ceremonia se llevó a cabo en la sala de juntas del Centro Femenil, que se encuentra en la oficina de la directora”.
En una tarjeta informativa enviada a este diario se asegura que “ese espacio ha sido utilizado no sólo en este caso sino en el de muchas otras mujeres privadas de su libertad que lo han solicitado”.
Según las fuentes consultadas, estuvo presente la madre de la interna y cinco invitados más que no fueron identificados, ya que después del ingreso a la oficina de la directora se cerró la estancia, pero sí conocieron que el chef de la dirección sirvió helado frito como postre.
En contraste, explicaron otras reclusas del centro, otras bodas se han realizado en un pasillo del edificio de gobierno de la prisión, como la de Ana María, que se realizó en agosto pasado.